ELOGIOS DEL DÍA 5 DE MAYO
MARTIROLOGIO
ROMANO
1. Si la lectura tiene lugar dentro de la Liturgia de las Horas se hace después de la oración conclusiva de Laudes o cualquiera de las horas menores. El lector comienza inmediatamente por la mención del día.*
2. Si la lectura no tiene lugar dentro de la Liturgia de las Horas, reunida la asamblea, bien en el coro, bien en capítulo o bien a la mesa, el lector comienza inmediatamente por la mención del día.*
Los elogios de
los santos de cualquier día han de leerse siempre el día precedente.
* El lector hace
la mención del día:
Día 5 de mayo.
Lectura de los elogios del día
Los elogios de
los santos o beatos indicados con -*asterisco* se leen solamente en las
diócesis o en las familias religiosas a las que
ha sido concedido el culto de ese santo o beato.
1. San Joviniano, lector y mártir
En Auxerre, en la Galia
Lugdunense, san Joviniano, lector y mártir. († s. III)
2. San Eutimio, diácono y mártir
En Alejandría de Egipto, san
Eutimio, diácono y mártir. († c. 305)
3. San Máximo de Jerusalén, obispo y confesor
Conmemoración de san Máximo,
obispo de Jerusalén, que fue condenado por el César Maximino Daya a trabajos
forzados en las minas, después de haberle arrancado un ojo y quemado un pie con
hierros candentes. Alcanzada la libertad, pudo marchar de allí y fue nombrado
obispo de la Iglesia de Jerusalén, en donde, con el prestigio de su gloriosa
confesión, descansó en paz. († c. 350)
4*.
San Britón de Tréveris, obispo
En Tréveris, en la Galia Bélgica, san Britón, obispo, que defendió a su grey de los errores del priscilianismo, aunque junto con san Ambrosio, obispo de Milán, y san Martín, obispo de Tours, trató en vano de detener la violencia de quienes reclamaban la ejecución de Prisciliano y de sus seguidores. († 386)
5. San Hilario de Arlés, eremita y obispo
En Arlés, en la región de
Provenza, san Hilarío, obispo, que, después de llevar vida eremítica en Lérins,
fue promovido, muy a su pesar, al episcopado, en donde trabajando con sus propias
manos, vistiendo una sola túnica tanto en verano como en invierno y viajando a
pie, manifestó a todos su amor por la pobreza. Entregado a la oración, los
ayunos y las vigilias, y perseverando en una predicación continua, mostró la
misericordia de Dios a los pecadores, acogió a los huérfanos y no dudó en
destinar para la redención de los cautivos todos los objetos de plata que se
conservaban en la basílica de la ciudad. († 449)
6. San
Nicecio de Vienne, obispo
En Vienne, en la Galia
Lugdunense, san Nicecio, obispo. († s. V)
7. San Geroncio de Milán, obispo
En Milán, de la Lombardía, san
Geroncio, obispo. († c. 472)
8*. San Mauronto, abad
En Marchiennes, en la Galia
Bélgica, san Mauronto, abad y diácono, que fue discípulo de san Amando. († 702)
9. San Sacerdote de Limoges, obispo
En Limoges, población de
Aquitania, san Sacerdote, obispo, que primero fue monje y abad, y más tarde
designado obispo, si bien al final de su vida quiso volver de nuevo a la vida
monástica. († s. VIII)
10.
San
Gotardo de Hildesheim, abad y obispo
En Hildesheim, en el territorio
de Sajonia, en Alemania, san Gotardo, obispo, que, primero abad del monasterio
de Niederaltaich, visitó y renovó otros monasterios, y al morir san Bernardo le
sucedió en la sede episcopal, donde promovió la vida cristiana de su Iglesia,
restableció en el clero la disciplina regular y abrió diversas escuelas. († 1038)
11*.
San
León, eremita
En Calabria, san León, eremita,
que, entregado a la oración y a las obras de beneficencia en favor de los
pobres, murió en el monasterio de Africo, cercano a la ciudad de Reggio,
cenobio que él mismo había fundado. († c. s. XII)
12*. San
Avertino, diácono
En Vençay, cerca de Tours, en
Francia, san Avertino, diácono, que acompañó a santo Tomás Becket al destierro,
y a la muerte de este volvió a dicho lugar, donde vivió como eremita. († 1189)
13.
San
Ángel el Carmelita, presbítero y mártir
En Licata, en la isla de
Sicilia, en Italia, san Ángel, presbítero carmelita y mártir. († 1225)
14*. Beato Bienvenido Mareni, religioso
En Recanati, en la región del
Piceno, en Italia, beato Bienvenido Mareni, religioso de la Orden de los
Hermanos Menores. († 1289)
15*. San Nuncio Sulprizio, laico
En Nápoles, en la región de
Campania, san Nuncio Sulprizio, quien, después de haber quedado huérfano, con
una pierna infectada por la caries y el cuerpo exhausto, soportó sus
sufrimientos con ánimo sereno y alegre. Dispuesto siempre a ayudar a todos, y pobre
entre los pobres, consoló en gran manera a los demás enfermos y alivió sus
miserias. († 1836)
16*. Beata
Catalina Cittadini, virgen y fundadora
En Somasca, cerca de Bérgamo,
en Italia, beata Catalina Cittadini, virgen, la cual, privada de sus padres
desde la más tierna edad, llegó a ser una paciente y competente maestra,
cuidando con esmero una institución dedicada a la educación cristiana de niñas
pobres, y con esta misma finalidad, fundó el Instituto de las Hermanas
Ursulinas de Somasca. († 1857)
17*. Beatos Enric Gispert Domènech y Josep Gomis Martorell, presbíteros
y mártires
En Barcelona, España, beatos
Enric Gispert Domènech y Josep Gomis Martorell, sacerdotes diocesanos y
mártires, muertos por confesar la fe. († 1937)
18*. Beato Gregorio Frackowiak, religioso y
mártir
En Dresde, en Alemania, beato
Gregorio Frackowiak, religioso de la Sociedad del Verbo Divino y mártir, el
cual, encarcelado en tiempo de guerra, después de sufrir por Cristo fue
degollado por los enemigos de la fe. († 1943)
El lector
concluye diciendo:
Es preciosa a los ojos del
Señor.
R. La
muerte de sus santos.
Si la lectura se
hace en una hora menor se concluye ahora diciendo “Bendigamos al Señor” y su
respuesta acostumbrada o con la conclusión que se encuentra más adelante.
Si la lectura se
hace en Laudes o fuera de la Liturgia de las Horas se continúa como se recoge a
continuación.
Lectura breve
1 Cor 15, 13-14. 16-17. 20
Si los muertos no resucitan,
tampoco Cristo resucitó; y, si Cristo no
ha resucitado, nuestra predicación carece de sentido y vuestra fe lo mismo. Si
los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado, y si Cristo no ha
resucitado, vuestra fe no tiene sentido, seguís con vuestros pecados. ¡Pero,
no! Cristo resucitó de entre los muertos: el primero de todos.
Palabra de Dios.
R. Te
alabamos, Señor
Oración
V. Santa
María y todos los santos intercedan por nosotros ante el Señor, para que obtengamos
de él ayuda y salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Conclusión
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Por la
misericordia de Dios las almas de todos los fieles difuntos descansen en paz.
R. Amén.
V. Podéis
ir en paz.
R. Demos
gracias a Dios.