Martirologio Romano Día 4 de mayo
1. Si la lectura tiene lugar dentro de la Liturgia de las Horas se hace después de la oración conclusiva de Laudes o cualquiera de las horas menores. El lector comienza inmediatamente por la mención del día.*
2. Si la lectura no tiene lugar dentro de la Liturgia de las Horas, reunida la asamblea, bien en el coro, bien en capítulo o bien a la mesa, el lector comienza inmediatamente por la mención del día.*
Los elogios de los santos de cualquier día han de leerse siempre el día precedente.
* El lector hace la mención del día:
Día 4 de mayo.
Lectura de los elogios del día
Los elogios de los santos o beatos indicados con -*asterisco* se leen solamente en las diócesis o en las familias religiosas a las que ha sido concedido el culto de ese santo o beato.
1. Santos Agapio, Secundino y compañeros mártires
En Cirta, población de Numidia, conmemoración de los santos mártires Agapio y Secundino, obispos, los cuales, después de un prolongado destierro en dicha ciudad, llegaron a ser mártires gloriosos a causa de su condición episcopal durante la persecución llevada a cabo bajo el emperador Valeriano, en la que se pretendía suscitar el furor de los gentiles para poner a prueba la fe de los justos. Fueron también martirizados con ellos san Emiliano, soldado, santas Tertula y Antonia, vírgenes consagradas a Dios, y una mujer con sus hijos gemelos. († 258/259)
2. Santa Antonina, mártir
En Nicea, en Bitinia, santa Antonina, mártir, que fue cruelmente torturada y atormentada con distintos suplicios, luego estuvo tres días colgada y después encarcelada durante dos años. Por último, bajo el gobernador Prisciliano y por la confesión de su fe en Cristo, fue quemada viva. († s. III/IV)
3. San Florián, mártir
En Lorch, en la región del Nórico, cerca del Danubio, san Florián, mártir, que durante la persecución bajo Diocleciano, y por orden del gobernador Aquilino, fue arrojado desde el puente al río Enns con una piedra atada al cuello. († 304)
4. Santos Silvano, obispo y treinta y nueve compañeros, mártires
En las minas de Fennes, en Palestina, donde estaban condenados, san Silvano, obispo de Gaza, y treinta y nueve compañeros, mártires, todos ellos coronados con el suplicio durante la misma persecución, al ser decapitados por orden del César Maximino Daya. († c. 304)
5*. Beato Ladislao de Gielniow, religioso presbítero
En Varsovia, en Polonia, beato Ladislao de Gielniow, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que predicaba con fervor extraordinario la Pasión del Señor y la celebraba con piadosos himnos. († 1505)
6. Santos Juan Houghton, Roberto Lawrence y compañeros, mártires
En Londres, en Inglaterra, santos Juan Houghton, Roberto Lawrence y Agustín Webster, presbíteros y mártires, priores respectivamente de las cartujas de Londres, Beauvalle y Axholme, y san Ricardo Reynolds, de la Orden de Santa Brígida, todos los cuales, durante el reinado de Enrique VIII, y después de haber profesado valerosamente la fe de los Padres, fueron arrastrados vivos hasta el lugar de su suplicio en Tyburn, donde perecieron ahorcados juntamente con el beato Juan Halle, presbítero, párroco de la cercana localidad de Isleworth. († 1535)
7*. Beato Juan Martín Moyë, presbítero y fundador
En Tréveris, en Alemania, beato Juan Martín Moyë, presbítero de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París, que en la localidad de Lorena, en Francia, fundó el Instituto de Hermanas de la Divina Providencia, y en China reunió en régimen de vida común a unas vírgenes dedicadas a la enseñanza. Se mostró siempre inflamado por el celo de las almas, aún después de verse obligado a abandonar su patria durante la Revolución Francesa. († 1793)
8*. Beato Víctor Emilio Moscoso Cárdenas, presbítero y mártir
En Riobamba, provincia de Chimborazo, Ecuador, beato Víctor Emilio Moscoso Cárdenas, presbítero y mártir. († 1897)
El lector concluye diciendo:
Es preciosa a los ojos del Señor.
R. La muerte de sus santos.
Si la lectura se hace en una hora menor se concluye ahora diciendo “Bendigamos al Señor” y su respuesta acostumbrada o con la conclusión que se encuentra más adelante.
Si la lectura se hace en Laudes o fuera de la Liturgia de las Horas se continúa como se recoge a continuación.
Lectura breve
Hch 13, 30-33
Dios lo resucito de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a los que lo habían acompañado de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo. Nosotros os anunciamos la Buena Noticia de que la promesa que Dios hizo a nuestros padre, nos la ha cumplido a los hijos resucitando a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo: << Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy >>.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor
Oración
V. Santa María y todos los santos intercedan por nosotros ante el Señor, para que obtengamos de él ayuda y salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Conclusión
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Por la misericordia de Dios las almas de todos los fieles difuntos descansen en paz.
R. Amén.
V. Podéis ir en paz.
R. Demos gracias a Dios.
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