ELOGIOS
DEL DÍA 25 DE MAYO
MARTIROLOGIO
ROMANO
1. Si la lectura tiene lugar dentro de la Liturgia de las
Horas se hace después de la oración conclusiva de Laudes o cualquiera de las
horas menores. El lector comienza inmediatamente por la mención del día.*
2. Si la lectura no
tiene lugar dentro de la Liturgia de las Horas, reunida la asamblea, bien en el
coro, bien en capítulo o bien a la mesa, el lector comienza inmediatamente por
la mención del día.*
Los
elogios de los santos de cualquier día han de leerse siempre el día precedente.
* El
lector hace la mención del día:
Día 25 de mayo.
Lectura de los elogios del día
Los
elogios de los santos o beatos indicados con un *asterisco* se leen solamente
en las diócesis o en las familias religiosas a las que ha sido concedido el culto de ese santo o
beato.
1. San Beda el Venerable, presbítero y
doctor de la Iglesia - Memoria
litúrgica
San Beda el Venerable,
presbítero y doctor de la Iglesia, el cual, servidor de Cristo desde la edad de
ocho años, transcurrió toda su vida en el monasterio de Wearmouth, en el
territorio de Northum-bría, en Inglaterra, dedicado a la meditación y a la
exposición de las Escrituras. Entre la observancia de la disciplina monástica y
el ejercicio cotidiano del canto en la iglesia, sus delicias fueron siempre
estudiar, enseñar o escribir. († 735)
2. San
Gregorio VII, papa - Memoria litúrgica
San Gregorio VII, papa,
anteriormente llamado Hildebrando, que primero llevó vida monástica y colaboró
en la reforma de la Iglesia en numerosas legaciones pontificias de su tiempo.
Una vez elevado a la cátedra de Pedro, reivindicó con gran autoridad y fuerte
ánimo la libertad de la Iglesia respecto al poder de los príncipes, defendiendo
valientemente la santidad del sacerdocio. Al ser obligado a abandonar Roma por
este motivo, murió en el exilio en Salerno, en la Campania. († 1085)
3. Santa
María Magdalena de Pazzi, virgen - Memoria
litúrgica
Santa María Magdalena
de Pazzi, virgen de la Orden de Carmelitas, que en la ciudad de Florencia, en
la Toscana, llevó una vida de oración abnegadamente escondida en Cristo,
rezando con empeño por la reforma de la Iglesia. Distinguida por Dios con
muchos dones, dirigió de un modo excelente a sus hermanas hacia la perfección. († 1607)
4. San
Canión de Atela, obispo y mártir
En Atela, en la
Campania, san Canión, obispo y mártir. († s.
III/IV)
5. San
Dionisio de Milán, obispo y mártir
En Milán, de la
Lombardía, conmemoración de san Dionisio, obispo, el cual, habiendo sido desterrado
a Armenia por el emperador arriano Constancio a causa de su fe católica, murió
allí, por lo que mereció el título propio de los mártires. († c. 361)
6. San
Zenobio de Florencia, obispo
En Florencia, de la
Toscana, san Zenobio, obispo. († s. IV/V)
7. San
León, abad
En el cenobio de
Mantenay-sur-Seine, junto a Troyes, en la Galia, san León, abad. († s. VII)
8. San
Aldelmo de Sherborne, obispo
En Inglaterra, san
Aldelmo, obispo, varón célebre por su doctrina y escritos, que había sido abad
de Malmesbury y después fue nombrado primer obispo de Sherborne, entre los
sajones occidentales. († 709)
9*. San
Genadio de Astorga, monje y obispo
En Peñalba, en la
región de Astorga, en el reino hispánico de León, san Genadio, obispo, primero
abad y después obispo del mismo lugar. Prestó su consejo a los reyes, pero,
movido por el deseo del claustro, renunció a la dignidad episcopal para pasar
el resto de su vida como monje y eremita. († c.
925)
10*. Beato
Gerardo Mecatti, eremita
En Villamagna, cerca de
Florencia, en Toscana, conmemoración del beato Gerardo Mecatti, quien,
siguiendo las huellas de san Francisco, distribuyó sus bienes entre los pobres
y se retiró a un lugar desierto, donde, por amor de Cristo, se dedicó a acoger
a peregrinos y a ayudar a enfermos. († c. 1245)
11*. Beato
Gerio, eremita
Cerca de Montesanto, en
el Piceno, tránsito del beato Gerio, que, habiendo sido antes conde de Lunel,
llevó vida de ermitaño y murió en el transcurso de una santa peregrinación. († c. 1270)
12*. Beato
Jacobo Felipe Bertoni, religioso presbítero
En Faenza, en Flaminia,
beato Jacobo Felipe (Andrés) Bertoni, presbítero de la Orden de los Siervos de
María, insigne por el don de las lágrimas y su extraordinaria humildad. († 1483)
13. San Pedro Doan Van Van,
catequista mártir
En Tonquín, san Pedro
Doan Van Van, mártir, que, siendo catequista y administrador de la parroquia de
Bau No, en tiempo del emperador Tu Duc, ya octogenario, confirmó con su sangre
la perseverancia en la fe. († 1857)
14. Santa
Magdalena Sofía Barat, virgen y fundadora
En París, en Francia,
santa Magdalena Sofía Barat, virgen, que fundó la Sociedad del Sagrado Corazón
de Jesús y trabajó con gran entrega por la formación cristiana de las jóvenes. († 1865)
15. San
Dionisio Ssebuggwawo, mártir
En el lugar de
Munyonyo, en Uganda, san Dionisio Ssebuggwawo, mártir, el cual, a los dieciséis
años de edad, al reconocer ante el rey Mwanga que había enseñado los rudimentos
de la fe cristiana a dos personas de su corte, fue traspasado con una lanza por
el mismo soberano. († 1886)
16. Santos
Cristóbal Magallanes Jara y Agustin Caloca Cortés, presbíteros y mártires
En la ciudad de
Catatlán, en el territorio de Guadalajara en México, santos Cristóbal
Magallanes Jara y Agustin Caloca Cortés, presbíteros y mártires, que durante la
persecución mexicana, confiando valerosamente en Cristo Rey, obtuvieron la
corona del martirio. († 1927)
17*. Beato
Nicolás Cehelskij, presbítero y mártir
En el campo de
concentración de la ciudad de Javas, en Moldavia, beato Nicolás Cehelskij,
presbítero y mártir, el cual, bajo un régimen perseguidor de la religión,
superó con la fuerza de su fe los tormentos del martirio. († 1951)
El lector
concluye diciendo:
Es preciosa a los ojos
del Señor.
R. La muerte de sus santos.
Si la lectura se hace en una hora menor se concluye ahora diciendo “Bendigamos al Señor” y su respuesta acostumbrada o con la conclusión que se encuentra más adelante.
Si la lectura se hace en Laudes o fuera de la Liturgia de las Horas se continúa como se recoge a continuación.
Lectura breve
1 Cor 15, 13-14. 16-17. 20
Si los muertos no
resucitan, tampoco Cristo resucitó; y, si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación carece
de sentido y vuestra fe lo mismo. Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo
ha resucitado, y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido,
seguís con vuestros pecados. ¡Pero, no! Cristo resucitó de entre los muertos:
el primero de todos.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor
Oración
V. Santa
María y todos los santos intercedan por nosotros ante el Señor, para que obtengamos
de él ayuda y salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Conclusión
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Por la
misericordia de Dios las almas de todos los fieles difuntos descansen en paz.
R. Amén.
V. Podéis
ir en paz.
R. Demos
gracias a Dios.
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