ELOGIOS DEL DÍA 1 DE MAYO
MARTIROLOGIO
ROMANO
1. Si la lectura tiene lugar dentro de la Liturgia de las
Horas se hace después de la oración conclusiva de Laudes o cualquiera de las
horas menores. El lector comienza inmediatamente por la mención del día.*
2. Si la lectura no
tiene lugar dentro de la Liturgia de las Horas, reunida la asamblea, bien en el
coro, bien en capítulo o bien a la mesa, el lector comienza inmediatamente por
la mención del día.*
Los
elogios de los santos de cualquier día han de leerse siempre el día precedente.
* El
lector hace la mención del día:
Día 1 de mayo.
Lectura de los elogios del día
Los
elogios de los santos o beatos indicados con -*asterisco* se leen solamente en
las diócesis o en las familias religiosas a las que ha sido concedido el culto de ese santo o
beato.
1. San
José Obrero - Memoria
litúrgica
San José Obrero, el
carpintero de Nazaret, que con su laboriosidad proveyó la subsistencia de María
y de Jesús e inició al Hijo de Dios en los trabajos de los hombres. Por esta
razón, en el día de hoy, en que se celebra la fiesta del trabajo en muchas
partes del mundo, todos los obreros cristianos honran a san José como modelo y
patrono suyo.
2. San
Jeremías, santo del AT
Conmemoración de san
Jeremías, profeta, que vivió en tiempo de Joaquim y Sedecías, reyes de Judá.
Profetizó la ruina de la Ciudad Santa, así como la deportación del pueblo, y
sufrió muchas persecuciones a causa de ello, por lo que es considerado por la
Iglesia como figura del Cristo sufriente. Predijo, además, que la nueva y
eterna Alianza alcanzaría su plenitud en el mismo Cristo Jesús; más aún, que,
por medio de Él, Dios Padre todopoderoso escribiría su Ley en el corazón de los
hijos de Israel, a fin de que Él mismo fuese su Dios y ellos fuesen su pueblo. († c. s. V a.C.)
3. San
Andéolo, mártir
En la región de
Viviers, en la Galia, san Andéolo, mártir. († s.
inc.)
4. Santos
Torcuato y seis compañeros, obispos
En Hispania meridional,
conmemoración de san Torcuato, obispo de Acci (Guadix), y de otros seis
obispos, que se establecieron en distintas ciudades: Tesifonte, obispo de
Bergium (Berja); Esicio, obispo de Carcer (Carcesa); Indalecio, obispo de Urci
(Almería); Segundo, obispo de Ábula (Abla); Eufrasio, obispo de Iliturgi
(Andújar), y Cecilio, obispo de Illiberis (Elvira). (†
s. III/IV)
5. San
Amador de Auxerre, obispo
En Auxerre, de la
Galia, san Amador, obispo, que trabajó con empeño por extirpar de su ciudad las
supersticiones de los paganos e instituyó el culto de los santos mártires. († 418)
6. San
Orencio de Auch, obispo
En Auch, población de
Aquitania, san Orencio, obispo, que se esforzó en erradicar de su ciudad las
costumbres paganas y en procurar la paz entre los romanos y el rey visigodo de
Tolosa. († c. 440)
7*. San
Brieuc, abad y obispo
En Bretaña Menor, san
Brieuc, obispo y abad, natural de Cambria, que fundó un monasterio en la costa
armórica de Bretaña, posteriormente elevado a la dignidad de sede episcopal. († c. 500)
8. San Segismundo de
Borgoña, rey
En Saint-Maurice-en
Valais, lugar de Recia, sepultura de san Segismundo, rey de los burgundios, el
cual, convertido de la herejía arriana a la fe católica, instituyó en este
lugar una comunidad de monjes que debía entonar sin interrupción la salmodia
ante los sepulcros de los mártires, expiando con penitencia, lágrimas y ayunos
los delitos cometidos, y encontró la muerte en la región de Orleans, donde fue
arrojado a un pozo por sus enemigos. († 524)
9*. San
Marculfo, abad
En una isla de Bretaña
Menor, san Marculfo, ermitaño, y luego monje y abad del monasterio de Nanteuil.
(† c. 558)
10. San
Asaf de Llanelwy, abad y obispo
En Llanelwy, en
Cambria, san Asaf, abad y obispo de la sede que después llevó su nombre. († fin s. VI)
11*. San
Arigio de Gap, obispo
En Gap, en la región de
Provenza, en Francia, san Arigio, obispo, que se distinguió por su paciencia en
las adversidades, por su celo en enfrentarse a los simoníacos y por su caridad
para con los monjes que habían sido enviados desde Roma para evangelizar
Inglaterra. († 604)
12*. San
Teodardo de Narbona, obispo
En la región de
Montauban, en la Galia Narbonense, muerte de san Teodardo, obispo de Narbona,
que restauró la iglesia catedral de esta sede, sobresalió por su diligente magisterio
y, finalmente, minado por la enfermedad, murió en un monasterio, rindiendo su
alma a Dios. († 893)
13. Beato Aldebrando de Fossombrone,
obispo
En Fossombrone, del
Piceno, en Italia, beato Aldebrando, obispo, insigne por su austeridad de vida
y por su espíritu apostólico. († c. 1170)
14. Beata
Mafalda, virgen
En Arouca, en Portugal,
beata Mafalda, virgen, hija del rey Sancho I, que después de quedar libre de un
contrato matrimonial previamente acordado, se hizo monja e introdujo en su
monasterio la reforma cisterciense. († 1257)
15. Beato Vivaldo de San Geminiano,
eremita
En Montaione, lugar de
Toscana, beato Vivaldo (o Ubaldo) de San Geminiano, ermitaño de la Tercera
Orden Regular de San Francisco, insigne por su vida de austeridad, de paciencia
y de caridad en el cuidado de los enfermos. († c.
1320)
16. Beato
Julián Cesarello, religioso presbítero
En Castello di Valle
d'Istria, en Istria, beato Julián Cesarello, presbítero de la Orden de los
Hermanos Menores, cuya vida fue un continuo peregrinar por aldeas y plazas,
sembrando la palabra de Dios y esforzándose en aplacar los enfrentamientos
entre las facciones ciudadanas. († c. 1349)
17. San
Peregrino Laziosi, religioso
En Forlí, en la Emilia,
san Peregrino Laziosi, religioso de la Orden de los Siervos de María, que desde
su dedicación a la Madre de Dios se distinguió por su amor a Jesucristo y por
su solicitud para con los pobres. († 1345)
18. Beata
Petronila, abadesa
En Moncel, en la región
de Beauvais, en Francia, beata Petronila, virgen, primera abadesa del
monasterio de las Clarisas de aquel lugar. († 1355)
19. San
Pío V, papa
En Roma, muerte del
papa san Pío V, cuya memoria se celebra el día treinta de abril. († 1572)
20. San
Agustín Schoeffler, presbítero y mártir
En la aldea de Son-Tay,
en Tonkín, san Agustín Schoeffler, presbítero de la Sociedad de Misiones
Extranjeras de París y mártir, el cual, encarcelado después de haber ejercido
durante tres años su ministerio, por orden del emperador Tu Duc fue finalmente
decapitado en un paraje denominado Cinco Yugadas, y obtuvo así la gracia del
martirio que cada día había pedido a Dios. († 1851)
21. San
Juan Luis Bonnard, presbítero y mártir
Cerca de la ciudad de
Nam Dinh, también en Tonkín, san Juan Luis Bonnard, presbítero de la misma
Sociedad de Misiones Extrajeras de París, que, condenado a muerte por haber
bautizado a veinticinco niños, alcanzó la corona del martirio al ser
decapitado. († 1852)
22. San
Ricardo Pampuri, religioso
En Milán, en Italia,
san Ricardo (Herminio Felipe) Pampuri, que, después de haber ejercido
generosamente en el mundo su profesión de médico, ingresó en la Orden
Hospitalaria San Juan de Dios, y al cabo de casi dos años descansó piadosamente
en el Señor. († 1930)
23. Beato
Clemente Septyckyj, presbítero y mártir
En la ciudad de
Wladimir, en Rusia, beato Clemente Septyckyj, presbítero y mártir, superior del
monasterio de Monjes Estuditas de Univ, que durante un régimen hostil a Dios
perseveró en la fe, y mereció su morada en el santuario del cielo. († 1951)
El lector
concluye diciendo:
Es preciosa a los ojos
del Señor.
R. La
muerte de sus santos.
Si la
lectura se hace en una hora menor se concluye ahora diciendo “Bendigamos al
Señor” y su respuesta acostumbrada o con la conclusión que se encuentra más
adelante.
Si la
lectura se hace en Laudes o fuera de la Liturgia de las Horas se continúa como
se recoge a continuación.
Lectura breve
1 Cor 15, 13-14. 16-17. 20
Si los muertos no
resucitan, tampoco Cristo resucitó; y, si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación carece
de sentido y vuestra fe lo mismo. Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo
ha resucitado, y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe no tiene sentido,
seguís con vuestros pecados. ¡Pero, no! Cristo resucitó de entre los muertos:
el primero de todos.
Palabra
de Dios.
R. Te
alabamos, Señor
Oración
V. Santa
María y todos los santos intercedan por nosotros ante el Señor, para que
obtengamos de él ayuda y salvación.
Por Jesucristo, nuestro
Señor.
R. Amén.
Conclusión
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Por la
misericordia de Dios las almas de todos los fieles difuntos descansen en paz.
R. Amén.
V. Podéis
ir en paz.
R.
Demos gracias a Dios.
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