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San Paulino de Nola, obispo - Memoria litúrgica |
ELOGIOS
DEL DÍA 22 DE JUNIO
MARTIROLOGIO
ROMANO
1. Si la lectura tiene lugar dentro de la
Liturgia de las Horas se hace después de la oración conclusiva de Laudes o
cualquiera de las horas menores. El lector comienza inmediatamente por la
mención del día.*
2. Si la lectura no tiene lugar
dentro de la Liturgia de las Horas, reunida la asamblea, bien en el coro, bien
en capítulo o bien a la mesa, el lector comienza inmediatamente por la mención
del día.*
Los elogios de los santos de cualquier día han de
leerse siempre el día precedente.
* El lector hace la mención del día:
Día 22 de junio.
Lectura de los elogios del día
Los elogios de los santos o beatos indicados con
-*asterisco* se leen solamente en las diócesis o en las familias religiosas a
las que ha sido concedido el culto de ese santo o beato.
1. San Paulino de Nola, obispo - Memoria litúrgica
San Paulino, obispo, que, recibido el bautismo en Burdeos, renunció a la
dignidad consular y, de noble y rico, se hizo pobre y humilde por Cristo.
Habiéndose trasladado a Nola, cerca del sepulcro de san Félix, presbítero, para
seguir el ejemplo de su conducta, practicó una forma de vida ascética con su
mujer y sus compañeros. Ordenado obispo, se distinguió por su erudición y
santidad, por acoger a los peregrinos y por ayudar a los desvalidos. († 431)
2. Santos Juan Fisher y Tomás Moro, mártires - Memoria litúrgica
San Juan Fisher,
obispo, y santo Tomás Moro, mártires, que, por haberse opuesto al rey Enrique
VIII en la controversia sobre su matrimonio y sobre la primacía del Romano
Pontífice, fueron encarcelados en la Torre de Londres, en Inglaterra. Juan
Fisher, obispo de Rochester, varón conocido por su erudición y por la dignidad
de su vida, por mandato del rey fue decapitado este día frente a la cárcel, y
Tomás Moro, padre de familia de vida integérrima y presidente del consejo real,
por mantenerse fiel a la Iglesia católica murió el día 6 de julio, uniéndose
así al martirio del obispo. († 1535)
3 San Flavio Clemente, mártir
En Roma, conmemoración de san Flavio Clemente, mártir, a quien el
emperador Domiciano, con el cual había compartido el consulado, condenó bajo la
acusación de ateísmo, aunque realmente fue por su fe en Cristo. († 96)
4. San
Albano, mártir
En Verulamio (hoy Saint-Albans), en Inglaterra, san Albano, mártir, que,
según narra la tradición, todavía no bautizado se entregó ocupando el lugar de
un clérigo que acogió en su casa, y de quien había recibido instrucción en la
fe cristiana, cambiando sus vestidos por los de él, motivo por el cual, después
de ser azotado y torturado, fue finalmente decapitado. († c. 287)
5. Santos
Julio y Aarón, mártires
En Caerleon, en Gales,
santos Julio y Aarón, mártires, que, en la persecución bajo el emperador
Diocleciano, consumaron su pasión después de san Albano, al mismo tiempo que
otros numerosos cristianos que, torturados de diversas formas y cruelmente
ejecutados, terminaron su combate entrando gozosamente de la ciudad celeste. († s. IV in.)
6. San
Eusebio de Samosata, obispo y mártir
En Dólica de Siria, san
Eusebio, obispo de Samosata, que en tiempo del emperador arriano Constancio,
vestido de militar, visitaba de incógnito las iglesias de Dios para
confirmarlas en la fe católica. Posteriormente fue desterrado a Tracia por el
emperador Valente, pero, recuperada la paz de la Iglesia, regresó del exilio y
volvió a recorrer las comunidades, hasta que murió mártir herido en la cabeza
por una teja que desde una altura le arrojó una mujer arriana. († 379)
7. San
Nicetas de Remesiana, obispo
Conmemoración
de san Nicetas, obispo de Remesiana, en Dacia, a quien alaba san Paulino de
Nola en uno de sus poemas por haber pacificado a los bárbaros al enseñarles el
Evangelio, por convencerles de vivir unidos en paz y por haber obtenido que
gente inculta y desalmada aprendiese a cantar a Cristo con un corazón romano. († c. 414)
8. * Beato
Inocencio V, papa
En Roma, en Letrán,
beato Inocencio V, papa, el cual, perteneciente primero a la Orden de
Predicadores, enseñó teología en París y ocupó, a su pesar, la sede episcopal
de Lyon. Junto con san Buenaventura preparó el II Concilio Ecuménico de Lyon,
para tratar de la unión entre latinos y griegos. Elevado a la cátedra de san
Pedro, desempeñó su magisterio por breve tiempo, apenas sin poder manifestarse
a la Iglesia Romana. († 1276)
El lector concluye diciendo:
Es preciosa a los
ojos del Señor.
R. La muerte de sus santos.
Si la lectura se hace en una hora menor
se concluye ahora diciendo “Bendigamos al Señor” y su respuesta acostumbrada o
con la conclusión que se encuentra más adelante.
Si la lectura se hace en Laudes o fuera
de la Liturgia de las Horas se continúa como se recoge a continuación.
Lectura breve
Sant 5, 8-11
Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes,
porque la venida del Señor está cerca. No os quejéis, hermanos, unos de otros,
para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta. Tomad, hermanos,
como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en
nombre del Señor. Llamamos dichosos a los que tuvieron constancia. Habéis oído
ponderar la paciencia de Job y conocéis el fin que le otorgó el Señor. Porque
el Señor es compasivo y misericordioso.
Palabra de Dios.
R. Te
alabamos, Señor
Oración
V. Santa
María y todos los santos intercedan por nosotros ante el Señor, para que
obtengamos de él ayuda y salvación.
Por Jesucristo,
nuestro Señor.
R. Amén.
Conclusión
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Por la
misericordia de Dios las almas de todos los fieles difuntos descansen en paz.
R. Amén.
V. Podéis
ir en paz.
R. Demos gracias a Dios.
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